“Wrong Turn: Capítulo Final” (2025) trae a su conclusión aterradora y sangrienta la franquicia de terror de larga duración. La película regresa a sus raíces, ubicándose en lo profundo de la wilderness de los Apalaches, donde un grupo de excursionistas desprevenidos se encuentra con un escenario de pesadilla.
La película comienza con un grupo de amigos que emprenden un viaje de senderismo para explorar una sección remota del Appalachian Trail. Entre ellos están Alex, el líder aventurero; Sarah, su novia; Lucas, un supervivencialista con un pasado misterioso; y Mia, una fotógrafa ansiosa por documentar su viaje. Sin que ellos lo sepan, están entrando en el territorio de los últimos miembros sobrevivientes de un clan canibalístico inbred que ha aterrorizado estos bosques durante generaciones.
A medida que el grupo se adentra más en el bosque, comienzan a experimentar sucesos extraños: suministros desaparecidos, ruidos perturbadores por la noche y la sensación de estar siendo observados. La tensión aumenta cuando descubren un viejo campamento abandonado con restos de una lucha violenta. Se hace evidente que no están solos y que los horrores del pasado todavía están muy vivos.
Uno a uno, los amigos caen víctimas de las trampas y tácticas brutales de los caníbales, que son más astutos y viciosos que nunca. La película no escatima en la violencia gráfica que ha definido la franquicia, ofreciendo muertes intensas y aterradoras que sorprenderán incluso a los fans más experimentados del horror.
En una desesperada lucha por la supervivencia, Alex y Mia logran superar a los caníbales, llevando a un enfrentamiento final en el escondite del clan—un bunker subterráneo espeluznante lleno de los restos de sus víctimas anteriores. La película termina con una nota sombría, con solo un sobreviviente que sale del bosque, pero marcado para siempre por los horrores que presenció.
“Wrong Turn: Capítulo Final” sirve como un final brutal y adecuado para la franquicia, dejando a los fans con un escalofriante recordatorio de que algunos caminos nunca deberían ser tomados.